Bordamos Juntos: Emprendimiento Social y Artesanía

PSYDEH se apoya en la forma en que la COVID-19 perjudica a las economías locales al producir una empresa social en torno a las artesanías en 2021-2022. Lo hacemos con nuestra iniciativa Bordamos Juntos porque la cultura mexicana tiene una rica historia de oficios artesanales incrustados en las tradiciones indígenas. Sin mencionar que honra elementos clave de la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030. Este sustento de la cultura cultiva los lazos familiares, forja la independencia económica sostenible y la equidad de género, y ayuda a mantener la cohesión social dentro de las comunidades.

¿Por qué Bordamos Juntos?

En la región rural y montañosa Otomí-Tepehua de Hidalgo, México, las oportunidades económicas de las comunidades indígenas, especialmente de las mujeres, son limitadas. También hay un mercado local extremadamente limitado para los artículos tradicionales de alta calidad bordados y tejidos a mano que se producen en la región. La artesanía suele estar infravalorada y devaluada por los compradores de terceros que llevan estos productos a los mercados urbanos. El objetivo de nuestro último proyecto de empresa social, Bordamos Juntos, es romper este esquema mediante el fomento de un proyecto de empresa social dirigido por mujeres que ofrezca resultados inmediatos y a largo plazo en la región.

Con el trabajo de la primera fase, que se iniciará en el cuarto trimestre de 2020 y se lanzará el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, Bordamos Juntos, basado en el éxito de 2020, pondrá de relieve a cerca de cuarenta artesanas indígenas de Hidalgo y su relación con la artesanía, al tiempo que las conectará directamente con un mercado en línea con el fin de vender más eficazmente su trabajo y recibir una remuneración justa.

Los fondos netos recaudados ayudarán a cubrir los costes de la segunda fase de apoyo al crecimiento de hasta cuatro colectivos regionales dirigidos por mujeres que promuevan la agencia individual y colectiva, fomenten el liderazgo y las habilidades empresariales y activen una participación más igualitaria de las mujeres en sus comunidades. Si la financiación lo permite, las actividades específicas incluyen, entre otras, las siguientes:

– formación de líderes artesanos sobre el aprovechamiento de la ventaja de las cooperativas para la capacitación de las mujeres y la igualdad de género, así como mejores prácticas, por ejemplo, el control de calidad y la fijación de precios inteligentes,

– investigación de campo sobre las técnicas artesanales memorizadas en material de marketing pulido para los esfuerzos colectivos,

– trabajo fotográfico de campo sobre los productos artesanales disponibles para la venta memorizado en un catálogo electrónico que vive en el propio sitio web del colectivo con logotipos profesionales alojados durante un año,

– película/vídeo promocional y otros materiales de venta que los artesanos puedan utilizar para vender su trabajo y los colectivos, y

– formación y apoyo jurídico y normativo, incluida la obtención de los permisos necesarios para operar con arreglo a la legislación mexicana, incluida la búsqueda del estatuto jurídico para conceder licencias a terceras empresas para que utilicen sus diseños en colaboraciones en las que todos salgan ganando

Como afirma Damon Taylor, asesor principal de PSYDEH, «participar en Bordamos Juntos pone un salario justo directamente en los bolsillos de las mujeres artesanas, ayudándolas a mantener a sus familias y economías locales y a construir un sentido más amplio de propósito como ciudadanas iguales». Bordamos Juntos también pone en contacto a las artesanas con su patrimonio cultural, algo que nuestra redactora de contenidos interna del Reino Unido, Charlotte Coleman, analizará en su próximo artículo publicado para los mercados de Estados Unidos y el Reino Unido en torno al 8 de marzo, día internacional de la mujer.

¿Por qué Mujeres?

PSYDEH empodera a las mujeres indígenas fortaleciendo sus habilidades para desarrollar soluciones significativas en sus propias comunidades y luego las apoya en este trabajo.

Los principales obstáculos para el desarrollo sostenible liderado por la comunidad en las zonas rurales de países como México son la educación inadecuada, la discriminación de género y la desigualdad social y económica. El principal grupo «identitario» que se ve afectado por estos obstáculos son las mujeres, a menudo mujeres indígenas marginadas. A pesar de que las mujeres son el corazón de las familias, las comunidades y las tradiciones culturales, a menudo se las deja fuera del discurso de la toma de decisiones, de los procesos políticos y de las empresas económicas, y se enfrentan a la violencia y la discriminación dentro de sus hogares y escuelas. La situación no ha hecho más que empeorar durante la pandemia.

Trabajando en cuatro municipios indígenas de la región, los esfuerzos necesarios de PSYDEH contribuyen a un cambio sostenible en el nivel más localizado. Organizando y apoyando a los colectivos de mujeres indígenas de estos municipios a través de foros públicos regionales sin precedentes y de la agenda de desarrollo propia de las mujeres, utilizamos talleres orientados a la educación popular sobre temas como los derechos humanos y los procesos electorales libres y justos para fortalecer los conocimientos de las mujeres y las herramientas necesarias para liderar sus propias comunidades. También las ayudamos a producir y beneficiarse de proyectos de desarrollo comunitario. Esto anima a las mujeres a avanzar hacia la realización de todo su potencial, donde tienen la confianza ganada que todos necesitamos para afrontar los retos como líderes de la comunidad.

¿Por qué la capacitación económica, ahora?

La seguridad financiera crea libertad y oportunidades. A través de proyectos de empresa social como Bordamos Juntos, PSYDEH pretende hacer lo que nos piden los socios locales, invertir directamente en las comunidades haciendo que las mujeres sean las impulsoras de su propio bienestar económico y social. No se limiten a creer en nuestra palabra. Una dirigente otomí declaró recientemente: «…[PSYDEH] nos enseña a ser mujeres independientes. Y esto nos ayuda a alejarnos un poco del machismo en esta comunidad. Nos enseñan a ser mejores mujeres empresarias y a tener mayor autoestima«.

Para las artesanas, tener la oportunidad de comercializar y vender en línea sus artículos bordados a mano y conservar sus ingresos personales, al tiempo que reciben formación en liderazgo transformador, herramientas y apoyo a través de inversiones a largo plazo en sus colectivos, crea oportunidades significativas no solo para mantener su artesanía tradicional como un oficio comercializable, sino también para aprovechar su papel como líderes junto a sus compañeros masculinos para abordar necesidades más amplias de la comunidad.

Igualmente importante es el hecho de que el éxito de estas iniciativas de impacto a corto plazo alimenta el compromiso sostenido con un trabajo de desarrollo sostenible orientado a largo plazo y centrado en los derechos. Por no mencionar que estos esfuerzos generan los recursos que PSYDEH y nuestros socios locales necesitan para producir más trabajo impulsado por la comunidad.