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05 Sep 2022

HACIA LA MEDICIÓN DE IMPACTO HOLÍSTICO DE PROGRAMAS EN MÉXICO RURAL

La necesidad de entender los matices en la evaluación del impacto de los programas de desarrollo centrados en la educación a largo plazo, como el de PSYDEH.

La medición del impacto y elaboración de los informes son un componente vital pero complejo y lento del trabajo de cualquier organización no gubernamental (ONG). Los financiadores piden con razón a las organizaciones que demuestren un impacto positivo para justificar el apoyo continuo; sin embargo, esto ejerce presión sobre las ONG para que se presenten de la manera más favorable posible, ofuscando potencialmente o incluso exagerando su impacto.

Proporcionar a los donantes un retorno de inversión es importante para PSYDEH. Aún así, esto no hace que nuestro informe de impacto sea menos desafiante. Dada la naturaleza misma de nuestro trabajo, que se centra en el cambio a largo plazo, centrado en el ser humano y que cambia paradigmas, medir el progreso es mucho más complejo que simplemente catalogar las métricas de resultados en nuestros informes de donantes. Este artículo ilustra varias de estas complejidades que enfrentamos al implementar nuestros programas en entornos rurales dinámicos. También destaca por qué, a pesar de nuestros desafíos, nuestro trabajo sigue siendo muy necesario en estas comunidades.

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Los días son largos y el trabajo es arduo para las y los integrantes del equipo de campo de PSYDEH que involucran a las comunidades aliadas en las zonas rurales de Hidalgo, en el centro de México. A seis meses de iniciar el programa Red Sierra Madre, orientado a los derechos humanos, el equipo de campo continúa su trabajo diario utilizando herramientas digitales para organizar cuatro cooperativas, con el objetivo de empoderar a las mujeres emprendedoras para que lideren proyectos locales y comercialicen sus productos artesanales a un precio razonable, justo y digno. Para lograr esto, nuestro equipo organiza talleres de desarrollo de capacidades quincenales para las mujeres integrantes de las cooperativas, visita comunidades aisladas para reclutar nuevas participantes y se reúne semanalmente para reflexionar sobre el progreso y trazar los próximos pasos a seguir.

La aparente simplicidad de estas tareas desmiente una realidad mucho más complicada. Un taller típico, como uno reciente realizado a las 10 a. m. en Acaxochitlán (uno de los cuatro municipios mayoritariamente indígenas en los que trabajamos), podría requerir que las integrantes del equipo inicien su día tan temprano como a las 6 a.m., no infrecuente dado que las comunidades en las zonas rurales de Hidalgo están muy separadas y carecen de redes de transporte bien desarrolladas. A menudo, al regresar a casa a las 7:00 p.m., los miembros del equipo tienen poco tiempo para descansar y recuperarse antes de sumergirse en llamadas de trabajo o tareas que pueden durar hasta bien entrada la noche. Esta puede ser nuestra realidad hasta seis días a la semana.

Además, las y los integrantes del equipo deben adaptar los planes de estudio del taller para satisfacer las necesidades únicas de cada mujer y comunidad, que varían según factores como la edad de los participantes, las lenguas indígenas que se hablan y los niveles de alfabetización. Por ejemplo, Jazmín Manrique Vigueras, nuestra líder de campo en el municipio de Tenango de Doria, frecuentemente traduce presentaciones del español al otomí, una lengua indígena ampliamente hablada en la zona. En algunos casos, las y los integrantes del equipo de campo tienen que modificar el material escrito en imágenes y videos para atender a las participantes que tienen un promedio de educación de tercer grado y muchos no saben leer ni escribir en español. Adaptarse a los contextos locales es una parte importante de nuestra estrategia, pero requiere un esfuerzo y consideración deliberados, lo que prolonga el tiempo necesario para alcanzar las metas del programa.

Por lo tanto, la implementación del programa puede ser un desafío para nuestro personal, pero lo mismo es cierto para las mujeres aliadas. Las horas que pasan viajando son un costo de oportunidad que algunas mujeres simplemente no están dispuestas a soportar: además de bordar y asistir a talleres, la mayoría también se encarga de las tareas domésticas y el trabajo en el campo. Además, muchas de estas comunidades carecen de acceso confiable a electricidad, telefonía celular y acceso a Internet, lo que dificulta mantener el contacto con PSYDEH y sus compañeras cooperativistas. Estas son algunas de las razones identificadas por nuestro equipo de campo por las cuales, a pesar de los éxitos iniciales del programa al atraer hasta 75 mujeres, puede ser difícil mantener una participación constante. Y sin ella, el progreso que cada cooperativa puede lograr es diferenciado.

Sin embargo, si bien estos desafíos pueden obstaculizar el logro de ciertos objetivos del programa con plazos determinados, su existencia misma habla de la necesidad del programa Red Sierra Madre. Estas comunidades están desatendidas por los principales servicios públicos y quedan fuera de los límites de la atención pública. Es importante llegar a estas mujeres y empoderarlas precisamente porque es difícil llegar a ellas. Nuestra tarea es difícil, pero ese es un aspecto inherente de nuestro trabajo de desarrollo liderado por la comunidad. Lejos de ser desalentadores, estos desafíos reafirman la importancia de la misión permanente de PSYDEH: enfrentar la desigualdad invirtiendo en el empoderamiento de base de las mujeres rurales que a menudo tienen dificultades para acceder a la educación que necesitan para apoyar de manera sostenible su propio desarrollo.

Fundamentalmente, estos son objetivos que no se miden tan fácilmente con métricas convencionales. Aunque las métricas de resultados como la cantidad de dinero ganada por mujer por mes o el número total de participantes en el taller nos brindan información útil sobre el impacto a corto plazo, no captan todos los matices del desarrollo humano sostenible a largo plazo que esperamos lograr. Por ejemplo, las métricas de resultados no ilustran el alcance total de las relaciones profundas y generativas que PSYDEH ha construido con estas comunidades durante los 15 años que llevamos trabajando en la región. Consideramos a estas mujeres nuestras aliadas y amigas, no beneficiarias pasivas, que son personas totalmente únicas con distintas esperanzas, preocupaciones, antecedentes y creencias, y cuya participación constante en la programación a menudo sigue solo después de sentirse vistas, escuchadas y valoradas durante meses y años.

Esta comprensión sustenta el enfoque de nuestro equipo hacia la educación popular tanto a nivel comunitario como individual. Al llegar a nuevas comunidades, nuestro equipo lleva a cabo «reuniones de diagnóstico» preliminares para establecer el contexto y fomentar las conexiones personales. Individualmente, conocemos a cada integrante de la cooperativa por su nombre y nos tomamos el tiempo para conocer sus historias personales, sus relaciones con sus esposos y sus motivaciones personales para unirse a la cooperativa. Es exactamente este sentido de ser escuchadas y cuidadas, lo que ha impulsado  a muchas mujeres locales para participar en nuestros programas. De hecho, muchas mujeres aliadas que se unieron a Red Sierra Madre, en sus inicios eran participantes de programas anteriores. Esta relación íntima que tenemos con las mujeres de la región no es algo que se refleje fácilmente en una hoja de cálculo.

Precisamente por eso, PSYDEH va más allá cuando informa a los financiadores. En lugar de simplemente limitarse a proporcionar evaluaciones de medición del impacto orientadas a los resultados, les alentamos a participar directamente en nuestros programas y a ver por sí mismos el cambio que están creando. Invitamos a las partes interesadas externas de PSYDEH a visitar Hidalgo y ver a nuestro equipo en acción. Tenemos colaboraciones a largo plazo con organizaciones y somos transparentes sobre nuestro progreso; por ejemplo, hemos realizado más de 20 informes de actualización, como este, para nuestro socio global más antiguo, GlobalGiving, la plataforma de financiación colectiva líder en el mundo para organizaciones sin fines de lucro. Al ser participantes activos, nuestros financiadores y socios no solo obtienen una visión más holística del éxito del programa más allá de las métricas convencionales, sino que también entienden que lleva tiempo ver a las mujeres socias de PSYDEH impulsar su propio cambio verdaderamente sostenible, resistente y centrado en el ser humano.

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A final de cuentas, lo que PSYDEH promete es vivir de acuerdo con nuestros valores como «Comunicación», «Responsabilidad» y «Honestidad». Hemos establecido objetivos claros y medibles utilizando marcos lógicos tradicionales para proporcionar una imagen precisa de nuestro impacto, y estamos en camino de lograrlos. Sin embargo, parte de ser una organización de integridad es aceptar que operamos en un mundo complejo donde muchos factores están fuera de nuestro control. Nuestro deber de pensar en «grande» en los tipos de impacto que queremos co-crear con las mujeres locales debe ir acompañado de un deber igualmente importante de tener discusiones francas cuando no alcanzamos los objetivos en plazos predeterminados y luego comunicar lo que queremos para lograr en base a las nuevas realidades en campo.

Nuestro viaje de medición de impacto y presentación de informes no ha sido fácil, ni lo será nunca. Hay una razón por la que el trabajo de PSYDEH no se persigue a menudo: el impacto sostenible en el trabajo de desarrollo a largo plazo centrado en el ser humano no se logra rápidamente ni se mide fácilmente, pero es necesario de todos modos. Esperamos que nuestros patrocinadores entiendan esto y sigan confiando en nuestro equipo para avanzar en el mejor interés de los socios a los que servimos.

Autora: Victoria Lim

Asociada de Desarrollo de PSYDEH

 

psydeh

PSYDEH is a non-profit civil association, which was formed by the initiative of a group of young women from the municipality of Santiago Tulantepec in the State of Hidalgo. PSYDEH is committed to working with and for the most vulnerable communities in the region through the promotion of a Sustainable Human Development.