ANABELL ROSAS SANTIAGO

ANABELL ROSAS SANTIAGO

Fundadora socia otomí, Nuevo Amanecer Ra ‘Da ‘ Yo Neki
Comunidad de San Antonio el Grande, Huehuetla, Hidalgo

 

MI HISTORIA

 

Me considero una mujer líder porque siento que tengo la capacidad de opinar, considero que soy una mujer independiente y tengo la capacidad de organizar, de dar ideas sobre algún tema. Me gusta relacionarme con las personas adultas. Hablo la lengua indígena ñahñu y tengo esa facilidad de comunicarme con las personas de la zona norte.

Lo que más me gusta de PSYDEH son los talleres donde compartimos ideas, sobre todo cuando vemos temas de educación, salud y la economía. En el consejo hemos tenido la oportunidad de estar en reuniones y encuentros donde hemos aprendido mucho. Por eso somos valiosas: por ser mujeres indígenas y de aprender juntas. Todas las consejeras tenemos la capacidad de hablar esa lengua, de conocer las comunidades. Yo he tenido experiencia en las comunidades cuando trabajé con Nayelica. Mi gran reto fue que yo era muy tímida no me gustaba relacionarme con nadie. Aprendí mucho de ella porque era muy abierta y le gustaba hablar y relacionarse con las personas. Ella me motivaba mucho.

Mi reto en el consejo ha sido que todas tenemos ideas diferentes con las mujeres. Algunas mujeres creen que no tienen el valor de opinar porque son mujeres. Al principio nos contradecían con los temas porque las mujeres se sentían menos y es difícil cambiar de idea. Las personas en San Gregorio y Acuautla, por ejemplo, se nos dificulto, más que nada con las familias que tienen una idea diferente sobre las mujeres. Llegas y desconoces mucho. Pero con los talleres vas aprendiendo y nos ayuda mucho.

Otro reto es la educación, no todas las mujeres creen en ella, como el enviar a sus hijos a la escuela, porque algunas mujeres piensan en enviar a sus hijos para que no tengan falta y no les quiten el apoyo de Prospera.

Es difícil para nosotras como mujeres cuando tenemos responsabilidad de casa y los hijos. Cuando entré mi hijo mayor estaba en preescolar se me complicaba porque yo trabajaba en ese momento y para poder ir a los talleres tenía que adelantar mi trabajo, mi horario era de 9 a 2 pero como quería asistir a los talleres me quedaba más tiempo. Mi mamá me apoyaba mucho, se quedaba con mi hijo. Dejé de ir a los talleres y reuniones por mi bebé: tenía problemas de salud con mi embarazo de alto riesgo y se me dificulto.

Ahora con el apoyo de mi esposo regreso.

Me motiva por una experiencia en mi familia sobre drogadicción y era preocupante, fue un momento muy difícil. Pero lo sacamos adelante, lo animamos y lo aconsejamos. Los jóvenes son más difíciles, pero todo debe partir de la familia y tenemos la capacidad de hablar la lengua y de comunicarnos con los padres de familia para que nos comprendan más y con el valor de la comunicación en familia.