Marcela Monroy Mendoza

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MARCELA MONROY MENDOZA

Socia nueva otomí, Flor del Bosque
Comunidad de San Jose, Tenango de Doria, Hidalgo

MI POEMA

Soy una nube que vino a Psydeh
Y regreso a mi comunidad
A decirle a las personas:
Les comunico a los ríos de San José Lo que me dicen en las reuniones

A transmitir lo poco o mucho que sé
Los ríos me preguntan qué podemos hacer

Para lograr algo en la comunidad
Y les digo que es bonito porque aprendemos
Que valores tenemos y cuanto valemos
Y luego me preguntan que valores son
Intentar cambiar ideas con nuestras compañeras Pero ser como las nubes que respeta los lugares.

MI HISTORIA

En Flor del Bosque A.C. he aprendido muchas cosas de las reuniones que hemos tenido aquí. Aprendemos a desenvolvernos, a hablar frente a las demás personas que a veces no lo podemos hacer por la pena o no tenemos esa confianza de decir las cosas a veces por miedo. También hemos aprendido a que nos respeten, igual respetar a las personas. Los valores aprendidos en mi Consejo son equidad, amor, confianza, responsabilidad y honestidad. A mí me gustaba las matemáticas en la escuela, en mi comunidad he sido promotora en la clínica. Actualmente me dedico al hogar, a bordar y de vez en cuando a cortar café.

Cuando empecé a venir a PSYDEH, decían: “vamos, va haber taller. Nos van a pagar los pasajes”. Digo, voy aprendo algo nuevo para saber, aunque tenga quehacer de la casa. Me motiva porque tengo que ser responsable en algo que me comprometí. Otra

motivación es también el proyecto semillas para hacer algo de salud, y si se logra eso me motivaré más, tendría ese orgullo de que algo se hizo en mi región para que la gente igual se motive y digan: “las mujeres igual le echan ganas y se motivan”.

A mi manera de pensar me motiva mucho el proyecto de salud porque hace falta en la comunidad. Y quiero sentir que hice algo para la comunidad. Del Consejo Flor del Bosque me siento orgullosa de que esto va a seguir y vamos a lograr salir adelante con los proyectos que podamos sacar. Me gustan las reuniones, las pláticas, las dinámicas como escuchar las cualidades de otras y las mías.

Creo que soy líder dando a saber las pláticas que hay acá, igual motivando a las mujeres haciéndoles saber que hay proyectos y que digan, lo lograron porque estamos unidas, y podemos lograr muchas cosas. Para mí aunque las compañeras no asisten, yo tengo el compromiso, dejo mis cosas en la casa ya sea que dejo hecho mi quehacer o dejo a alguien encargado, porque para mí es bonito participar y estar en todos los talleres y poner de nuestra parte. Si no pongo de mi parte no se hace nada para ser líder. A mi mamá yo no la podía dejar porque tenía que dar su medicina y yo me la traje de esa forma lo solucioné. Porque para mí es importante estar aquí.

Porque decían que éramos mujeres no podíamos estar ahí, y bueno no había escuela, sólo la primaria. Eso fue un obstáculo, y también los papás decían para qué estudia si es mujer. Ya después me fui dos años a trabajar fuera y luego me casé y ya no pude salir, me encerré hasta ahora que conocí PSYDEH. Para mí, si soy sincera, mi esposo me decía a qué vas a ir, si tienes tus hijos hay que cuidarlos. Había en mi comunidad talleres de bordados, pero no iba. Hasta que llegué a PSYDEH ya dije aquí me están diciendo que yo puedo, porque si no nunca voy a salir. Me gusta estar aquí y mis hijos tienen que entender eso.

En la comunidad dicen cosas: “es que se van porque no tienen quehacer o les gusta estar ahí corriendo, a que van si tienen sus hijos.” Pero yo pienso que hay tiempo para todo. Ya dediqué mucho tiempo para mis hijos y para mi esposo que a veces no lo valoran. Mi logro es tener a mi familia, mis nietos y a mis hijos que tal vez no tengan estudios pero todos son muy trabajadores. Sé que me quieren y que siempre me van a querer, estar siempre con ellos. Otro logro es que mi familia esté bien, tener nuestras cosas, no teníamos nada, pero ya lo tenemos. A veces bordaba manteles para ayudar a los ingresos familiares de mis hijos cuando estaban chiquitos.

Yo he puesto mi mejor empeño para mis hijos y en ese aspecto valgo mucho. En la clínica hemos trabajado con talleres en comunidades, explicamos, sacamos evidencias, hicimos evaluaciones. Los temas eran de respeto, equidad y muchas mujeres decían nos gusta como dan su taller y querían más. Y todavía fui a dar otros por gusto sin que me pidieran los de la clínica. Para mí es un orgullo porque me dicen “tal vez puedas ir a la presidencia para que des talleres, igual no ganas mucho, pero es bonito”. Y a pesar de que no tengo los estudios para dar talleres aprendí a darlo y para mí fue bonito, me supe explicar. Y bueno, siendo madre de familia, en 2005 terminé la secundaria en la modalidad abierta.

A veces te bajan la autoestima, dicen “no vales para nada” pero si uno recapacita si vale uno mucho.